UNIVERSIDAD ALFONSO
REYES
Diseño
y Creatividad I
Catedrático Lic. Elena García
G.
”ARENA
DE FE”
Hernán Azael Cervantes
Alvarez.
Diseño
Grafico
Arena de Fe
Despertando en un lunes, donde te preguntas cual es el
origen de cada uno, preparándose para la cotidianidad, viendo día tras día las
mismas caras que atormentan mi frágil subconsciente.
---Ner!--- escucho una voz en la distancia, me doy la
vuelta y al mirar no hay nadie.
Dando pasos que reflejan rapidez siendo lo opuesto,
comienzo a sentir un estremecimiento en mi cuerpo que comienza desde las
plantas de mis pies hasta la última fibra del cabello más alto que tengo,
aunque desconozco porque…comienzo a recordar…
La típica sensación de incumplimiento con un trabajo, pero
antes de poder ser castigado, vuelvo en mí para darme cuenta que
sorpresivamente todo es como el típico lunes…y justo cuando algo era distinto,
las risas volvían y las burlas diciendo
---Eres un inútil!, no sirves para nada! Porque te pido
algo que nunca vas a hacer! Solo pierdo mi tiempo!---
En silencio escuchando las risas y los increíbles esfuerzos
inútiles de la autoridad al tratar de hacerme entender, que lo único que
provoca es que uno quiera que todos desaparezcan…
Martes, la sensación de estupidez fluye por mi cabeza, al
recordar aquel sueño descabellado de las noches de un lunes…En ese sueño
siempre aparece un hombre de arena con vendas en todo su cuerpo, repitiendo
constantemente:
---Ner…Ner…Ner---
Alrededor suyo, escritos que parecen sacados de una pirámide
egipcia, y atrás de el monumentos, montañas, sarcófagos y grifos mirándome con
ojos de esperanza, con la inquietud de una decisión que anhelan escuchar. Según
recuerdo los faraones no eran buenos o serviciales, el de mi sueño parece ser
diferente, el solo se queda enfrente de mí, con su mano derecha extendida hacia
la mía, aunque nunca respondo a ese gesto, el abre un camino que en el final se
comienza a mostrar un trono.
Cuando intento llegar a él escucho…
---Es hora de despertar, el desayuno está listo!---
Y un martes se asoma por la ventana, diciéndome que es hora
de ir con esa persona que decidió exponer burlas sobre mí enfrente de una
multitud hambrienta de motivos cómicos.
Al pasar un prolongado tiempo de espera, me pregunto, por
qué no sucede lo que de costumbre pasa en martes. Antes de ponerme a pensar en
eso, un asqueroso cuerpo obeso con un uniforme mal realizado y cuyos labios,
hacen que el martes se sienta feliz, al querer borrar mi sonrisa de mi rostro,
hacen que esta persona comience a empujarme y quitarme todas mis cosas.
---Que te preparo tu mama de desayuno hoy, cerdo? Eh? Oing,
oing!
Un emparedado?, me lo llevare y dale gracias a tu mugrosa
madre por mí, perdedor!---
La noche del Martes, siempre es húmeda y de color azul, sus
nubes dicen que el miércoles se aproxima, y al mirar al reloj y volverme al
cielo, me doy cuenta que ya es miércoles, 12:00 de la madrugada…cuando camino a
mi casa para dormir y repetir la historia, una silueta se comienza a formar en
la distancia, acelerando mi paso para alcanzarla, observo que es la misma momia
de mi sueño pero ahora está ahí. De nuevo mirándome con esos ojos de esperanza
y esa mano maltratada por el tiempo, extendida aun casi desintegrándose, pero sigue
extendida.
Me doy la vuelta y comienzo a correr, tomo esa cuadra que
de noche da miedo, y cuando me acerco para encontrarme con mi casa, comienzo a
sentir arena en los pies, mis manos comienzan a arrugarse y se hacen viejas,
mis ojos se sienten secos, y al mirarme en los espejos de los autos, veo que ya
no los tengo, mi cabello comienza a crecer rápidamente y luego de unos segundos
se vuelve color blanco, y al tratar de tocarlo comienza a caerse, dejando mi
cabeza desnuda y completamente expuesta a la luz de la luna. Cuando creí que lo
peor había ocurrido me visualizo en un espejo y observo que mi piel arrugada,
seca y vieja comienza a descarapelarse, dejando mis huesos al descubierto, en
un intento inútil de sacar lagrimas de miedo, solo consigo sacar arena de los
ojos, y al tratar de detenerme, abro mi boca para desprender una cadena infinita
de polvo.
Era solo cuestión de tiempo para que mis débiles huesos se
quebraran y tiraran al cuerpo de aquella persona que solía ser joven, cuando
siento el crujir de mis huesos escucho.
---Es hora de desertar, el desayuno está listo!---
Me acerco a la ventana que ha definido mis días por 18 años,
y me dice con una briza tranquila y relajante que es…jueves.
De nuevo se repite la historia, me siento en mi habitación
luego, de haber escuchado las burlas, las llamadas de atención de la autoridad
y el famoso castigo paterno nocturno, cuya causa fue un minuto después de la
hora de puntualidad.
Harto de los mismos días, los mismos acontecimientos, los
mismos rostros, las mismas palabras, los mismos estados de ánimo, los mismos
sentimientos, las mismas acciones…
Coloco mis manos en mi frente, recogiéndome el cabello
hacia atrás, en un movimiento que ocurre una sola vez y vuelve al inicio, comienzo
a llorar de desesperación, angustia, insultos y penas, y dejo salir mis culpas
y destruyo aquella barrera que soportaba todos esos ataques de dolor y entonces
algo se postra frente a mí.
Una vez más ese hombre con apariencia de momia. Basto con
unos segundos de silencio para tomar las pocas energías que quedaban en mi
viejo cuerpo y grito.
---Que es lo que quieres! Me has seguido por todas partes,
Te he visto persiguiéndome, apareces en mis sueños y haces que se conviertan en
pesadillas, que quieres de mi!
Cuando termino mi ridícula exclamación, escucho mi propia
voz a través de aquel hombre diciendo:
---Entrégate a él, te dará lo que siempre has querido, solo
tienes que entregarte y servir para ellos por la eternidad---
Al quedarme inconforme con esas palabras, busco un motivo
por el cual debería hacerlo, y sin encontrar nada mas, solo llego a la conclusión
de que salir de la monotonía ha sido siempre mi principal aporía.
En un impulso extraño, extiendo lentamente mi brazo y tomo
su mano. Una luz extremadamente incandescente cubre mis ojos dejándolos ciegos
por varios minutos.
Al poder abrirlos me encuentro con un periódico reportando
un suicidio de un joven de 18 años que se lanzo cercas de un acantilado y
termino muerto extendido en una roca,
cercas del mar.
Cuando camino comienzo a sentir una corriente cálida sobre
mis descalzos pies, posiciono mi vista hacia las orillas del mar y visualizo un
cuerpo extendido sobre una roja, con una leyenda:
---Un corazón en los
7 días de dios, es una esperanza volando sin amor---
Al descubrir el rostro de la persona, mi cara se estremece
y mis ojos hablan con lagrimas y mi boca escucha con los NO de los oídos.
---Soy Yo---
---estoy…mue…yo estoy…mmm…mu…muerto---
El faraón toma mi mano me lleva a un trono oscuro, y él
dice la palabra que escuche durante 18 años:
---Ner---
Apuntándome mientras lo dice, una extraña palabra se repite
por mi cabeza sin poder pronunciarse, una palabra que para los faraones
significa el octavo día de la semana, un lugar en donde los vestigios de los
humanos viven reinando en la desesperación y el arrepentimiento de la vida
desperdiciada en acciones insignificantes que para otros significaron un gran
logro espiritual.
---Estoy aquí…reinando---
---Rodes---
---El día de las esperanzas muertas---